Diversos estudios reflejan que los hombres suelen ocuparse poco de su salud, y aunque la expectativa de vida ha aumentado en los últimos años, aun es mayor para las mujeres que para los hombres. A partir de esto, podemos decir que existen múltiples causas, entre ellos los más importantes son, los factores genéticos y los determinantes sociales que influyen en la predisposición al cuidado de la salud entre los sexos.

Cuando observamos el comportamiento en cuanto al “consumo de salud”, existe una clara predominancia del género femenino, especialmente en lo que respecta a los controles preventivos anuales y a la asistencia a las consultas médicas. En cambio, el varón, recurre al médico cuando los padecimientos están consumados y muchas veces son ya irreversibles.

La mitad de las muertes que ocurren en hombres son prevenibles y pueden atribuirse a los principales factores de riesgo como: consumos problemáticos, sobrepeso, obesidad, sedentarismo, accidentes viales y conductas sexuales de riesgo, entre otros.

Por ello, desde la “cultura del cuidado”, DAMSU propone promover la salud de los hombres en las distintas etapas de la vida, con el fin de contribuir a mejorar su salud. Esto nos dispone a pensar en la salud integral del varón desde una perspectiva de autocuidado, educativa, preventiva y asistencial.

Cuando hablamos de prácticas médicas preventivas, nos referimos a un mayor control sobre las conductas personales a través de la implementación de hábitos de vida saludables como los controles periódicos de salud, una alimentación saludable, realizar actividad física semanalmente, evitar el consumo de alcohol y cigarrillos, prevenir el estrés y la ansiedad, y el descanso adecuado de 8 horas por día.

En los últimos años se ha observado un incremento en las consultas de hombres por la manifestación de síntomas como: trastornos sexuales, incontinencia urinaria, trastornos al orinar, pérdida de energía, alteraciones en el humor, menor sensación de bienestar, insomnio, entre otros. Por ello, desde DAMSU proponemos mejorar la salud sexual del varón a través de:

El control del desarrollo masculino: caracteres sexuales secundarios y control genital desde el nacimiento.
La salud sexual y reproductiva: importancia del sexo seguro para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Además, controlar la fertilidad y la planificación familiar.

La anticoncepción: a partir del inicio de la actividad sexual, el varón también debe estar instruido sobre los métodos anticonceptivos vigentes, como la vasectomía que según la ley nacional Nº 26.130 establece que, a partir de la mayoría de edad, las personas pueden acceder de manera gratuita a la vasectomía. El Código Civil vigente reconoce que desde los 16 años las personas pueden tomar de manera autónoma todas las decisiones sobre el cuidado de su cuerpo. Solo es requisito dejar constancia por escrito de la decisión después de recibir información completa y comprensible.

La andropausia: a partir de los 40 años aproximadamente, comienza el descenso de ciertas hormonas, principalmente la Testosterona lo que trae consecuencias sobre la salud del hombre, las cuales no son solo sexuales, sino también de la piel, los huesos y cambios en el carácter e incluso tendencia a cierta depresión.

El control prostático: el criterio clásico sigue siendo el control del varón a partir de los 50 años, y anualmente. Aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata o síntomas urinarios, deberán examinarse a partir de los 40 años.

Consultar al médico, acudir al control periódico de salud son claves en la salud de los hombres.