El cambio climático está generando en el mundo desplazamientos, pobreza y violencia, y como todas las problemáticas sociales, mujeres, jóvenes y niñas la sufren de manera amplificada. El modelo de subordinación de las mujeres y la explotación destructiva de la naturaleza, tienen mucho en común. Por esto es necesario cuestionarnos estas lógicas de funcionamiento, con el objetivo de alcanzar la equidad para las mujeres y transformar la relación humana con la naturaleza.

Es fundamental poner en valor, las transformaciones de las mujeres generadas desde una perspectiva de género, que con todos los obstáculos para su puesta en práctica, representan avances sociales, económicos, educativos, sanitarios y políticos en todas los ámbitos donde se ha trabajado en el tratamiento de los grandes problemas de nuestro tiempo. Mujeres, adolescentes y niñas son una fuerza poderosa en relación al cambio climático, como innovadoras en las energías verdes, como defensoras del medio ambiente, y como educadoras de nuestra generación y las generaciones futuras.

La igualdad de género, no es un problema de las mujeres, también es el camino para nuestra supervivencia.

Si pensamos en la igualdad de género en el mundo laboral, tenemos que partir de la base que todavía en Argentina, las mujeres son las que llevan adelante en mayor medida, las tareas del hogar y de cuidados de personas, trabajo no remunerado.

 Esta desigualdad en el reparto de tareas domésticas afecta la inserción laboral de las mujeres. Según datos de la OIT (2019) de las personas en edad de trabajar 7 de cada 10 varones acceden al mercado laboral mientras sólo 5 de cada 10 mujeres lo hacen. También la tasa de trabajo no registrado es mayor en las mujeres (37%) que en varones (32,1%). Además las mujeres ganan un 25% menos que los varones, situación que se explica en el tipo de tareas atribuidas a las mujeres, sostenidas en estereotipos de género. De hecho la mayor presencia de mujeres en ámbitos laborales se da en servicio doméstico, educación, y servicios de salud.

Otro dato para reflexionar es que las mujeres tienen menor presencia en los puestos jerárquicos: en el sector privado, un 64% de los varones accede a posiciones de mayor jerarquía, casi dos veces más que las mujeres (36%). En el sector público, las mujeres siguen siendo una minoría en el Congreso Nacional a pesar de que la ley nacional de Cupo Femenino lleva 25 años de vigencia. El impacto de estas diferencias se ve durante la trayectoria laboral, pero también después: en las pensiones por jubilación, la tasa de cobertura previsional para las mujeres es del 88,4%, que contrasta con el 91,5% de los varones.

En la actualidad, nuestra institución nos marca una realidad distinta, las tres Direcciones de Damsu, las han asumido mujeres, al igual que 12 de las 18 Jefaturas.

Entendemos que para lograr un futuro con igualdad de oportunidades, es necesario garantizar la igualdad de género, algo que lograremos con: una mirada crítica que desnaturalice y permita cuestionar el orden social basado en el patriarcado y el machismo, con medidas transformadoras, leyes y normas, y también con transformaciones culturales. Como plantea Puleo es necesario que los hombres asuman su parte en las tareas del cuidado, lo cual es de justicia para aliviar la carga de la doble jornada de las mujeres. Pero, además, este cambio es beneficioso para transformar las identidades masculinas estereotipadas que exigen de los varones la represión de la empatía, fomentan la distancia emocional y las actitudes de dominación.

Estos cambios pueden empezar en la vida cotidiana, en nuestras casa. Les proponemos revisar esta distribución de tareas, con una ficha como la siguiente:

FICHA DE REPARTO DE TAREAS ¿Cómo distribuimos las tareas en casa?

• Hacer las compras
• Programar las comidas
• Cocinar diariamente
• Lavar los platos
• Lavar la ropa
• Planchar
• Guardar la ropa
• Poner la mesa
• Levantar la mesa
• Sacar la basura/tareas de reciclado
• Regar las plantas
• Pagar servicios e impuestos
• Mantenimiento del vehículo
• Conducción del vehículo
• Decorar la casa
• Pequeños arreglos (electricidad, plomeria)
• Reparar de electrodomésticos
• Atención de mascotas (comida/paseo/veterinaria)
• Trabajar fuera de casa
• Limpiar
• Cambiar toallas- sábanas
• Si hay niños/as en la casa:
• Llevar niños/as a la escuela
• Apoyar en las tareas escolares
• Reuniones de padres/madres
• Llevar a los niños/as al médico
• Si hay adultos mayores con necesidad de asistencia
• Ayudar en la realización de trámites on line o presenciales
• Acompañar a consultas médicas
• Realizar compras, pagos de servicios
• Gestionar personal de asistencia