La migraña en una enfermedad del sistema nervioso central, que se presenta con cefalea recurrente severa de 4 hasta 72 h de duración, en general pulsátil, acompañada por síntomas gastrointestinales (malestar abdominal, náuseas, vómitos) y de aumento de la sensibilidad a estímulos (luz, sonidos, movimiento). Se ha redefinido en los últimos años como una enfermedad crónica con manifestaciones episódicas. Afecta en promedio al 12% de la población, con clara predominancia femenina.

Los episodios de dolor se presentan determinados por 2 factores: la predisposición genética y los estímulos precipitantes.

Si bien se han descrito varias formas o subtipos, las formas clínicas más ampliamente estudiadas son la migraña sin aura y la migraña con aura (crisis de dolor similar al anterior usualmente precedida o acompañada de uno o más síntomas, de disfunción cerebral focal, habitualmente visual y reversible en minutos).

Es importante diferenciar de la cefalea tensional, la cual se caracteriza por episodios de dolor difuso u opresivo en general de menor intensidad, que pueden acompañarse de cervicalgia o sensación de contractura, sin presencia de los síntomas acompañantes de crisis migrañosa.

¿Cómo tratar la migraña?

Algunos pacientes responden a tratamientos no farmacológicos:

• Evitar gatillos. Situaciones que pueden desencadenar una crisis, entre ellas distintas comidas (chocolate, queso, alcohol, carnes procesadas), olores fuertes, luces brillantes, fumar, saltear comidas
• Reducir el estrés. Intentar actividades relajantes (meditación, caminatas, yoga, natación, tai-chi)
• Mantener horas de sueño y actividad física en forma regular. Intentar dormir de 7 a 8 h por día (sosteniendo horario de inicio y finalización del sueño). Cumplir una rutina de actividad física (caminatas, natación), lo que también mejora el potencial sobrepeso (otro factor de riesgo de migraña)
• Control de los síntomas. En caso de crisis, acostarse en una habitación oscura y en silencio. Puede ser útil colocar un paño frío sobre la frente, masajear el cuero cabelludo y tomar abundante agua
• Llevar un diario de cefalea: puede ayudar a identificar gatillos y controlar el uso de medicación de rescate. Deben consignarse momento de inicio del dolor, severidad del mismo, actividades previas (comidas por ejemplo), uso de analgésicos.

¿Cuáles son los más efectivos en el tratamiento de migraña?

En caso de crisis de migraña, todos los abajo listados son potencialmente efectivos, y funcionan mejor si se utilizan cuando el ataque está comenzando.

Comenzar con anti-inflamatorios no esteroides (AINES), como ibuprofeno o naproxeno. O con paracetamol, aspirina o sus combinaciones (puede ser con cafeína).

En caso de falla de las anteriores (dolor severo o muy frecuente), considerar fármacos específicos para migraña (triptanes como sumatriptán, naratriptán, eletriptán), o ergotamínicos (ergotamina, puede estar asociada a domperidona, cafeína y otros).

En caso de control insuficiente de las crisis, considerar la posibilidad del tratamientos preventivos (antidepresivos, anticonvulsivantes, beta-bloqueantes, antagonistas cálcicos, toxina botulínica, anticuerpos monoclonales contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina)

Su significación en la salud pública es a menudo menospreciada quizás por su naturaleza episódica y por la ausencia de mortalidad de esta enfermedad. La migraña es una alteración incapacitante y con un impacto considerable en las actividades sociales y laborales de la persona afectada y puede conducir a un consumo elevado de fármacos.