Día del aire puro y promoción de ambientes libres de humo de tabaco
20/NOV/2020 / El tercer jueves de cada noviembre se celebra el Día Mundial del Aire Puro, una fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que las personas, comunidades y gobiernos trabajen profundamente nuestra vulnerabilidad ante la crisis ambiental que estamos atravesando.
Uno de los contaminantes del aire es el humo ambiental del tabaco.
Se ha comprobado que el humo del tabaco no solo afecta al fumador, sino también a quienes se encuentran a su alrededor, sobre todo en sitios cerrados. El humo del tabaco en lugares cerrados puede ser mucho más contaminante que el gas de escape de los automóviles, y estos contaminantes pueden permanecer muchos días en una habitación impregnando alfombras, cortinas, muebles y prendas de vestir. Es por ello que proteger a las personas del humo ajeno es considerado de vital importancia.
Las personas que están expuestas al humo ambiental de tabaco se consideran fumadores pasivos y presentan con mayor frecuencia alteraciones respiratorias, cardiacas, otorrinolaringológicas e incluso cáncer de pulmón.
¿Qué riesgos tiene el fumador pasivo?
Cáncer de pulmón: el tabaquismo pasivo no es solo un problema de convivencia. El riesgo de padecer cáncer broncopulmonar se incrementa en un 35% en los fumadores pasivos o involuntarios.
Enfermedades cardiovasculares: se ha demostrado que la exposición al humo está frecuentemente asociada con enfermedades coronarias. Los fumadores pasivos tienen un riesgo incrementado de infarto entre un 25 y 35%.
Enfermedades respiratorias: el humo del tabaco puede ser una causa en el desarrollo de enfisema y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) en adultos no fumadores. Los niños expuestos al humo del tabaco poseen un riesgo mayor de padecer enfermedades respiratorias graves: neumonía, bronquitis, asma infantil… que pueden aumentar las probabilidades de padecer otras enfermedades a lo largo de su vida.
Otros efectos nocivos del humo del tabaco
La irritación nasal, de los ojos y de las vías respiratorias (tos, flemas, etc.) son los efectos más frecuentes asociados con el humo del tabaco en el ambiente.
Al promover espacios libres de humo ambiental de tabaco, protegemos derechos humanos como:
- El derecho a la vida
- Derecho a la integridad física, mental y moral de la salud
- Derecho a la no discriminación y a una protección igualitaria
- Derecho a la libertad y a la expresión de pensamiento
- Derecho a una condición justa, equitativa y satisfactoria de trabajo
- Derecho a un ambiente saludable
- Derechos de niñas, niños y adolescentes
